Las aves rapaces cumplen un rol fundamental en nuestros ecosistemas, manteniendo a raya el control de especies como roedores, liebres, conejos e insectos, y que por su alta proliferación pueden ser transmisores de enfermedades y plagas. Hoy en particular, hablaremos del Cernícalo, ave que se distribuye desde Atacama a Tierra del Fuego.
La primera vez que los vi de cerca, estaba en el cultivo agrícola en el que trabajaba.Después de almuerzo nos sentábamos bajo un sauce con nuestros compañeros para capear el calor del verano. Habían nacido polluelos y ellos nos observaban curiosamente desde un agujero del árbol. En ese momento quedé impactada con su natural belleza, interesándome por su rol e importancia en la biodiversidad.
El Cernícalo puede alcanzar una longitud corporal entre 27 y 31 cms, y pesar entre 100 y 120 grs. En Chile es el halcón más pequeño que habita en nuestro territorio, y existen diferencias entre el macho y la hembra. Por ejemplo, la hembra es de color rojizo, y en la garganta y los costados de su cabeza es de tonalidad blanco con dos franjas negras. Mientras que el macho posee una franja al final de la cola de color negro, y un gris azulado entre las alas y los hombros, además de sus peculiares lunares en el vientre.
Se caracterizan por anidar y cazar en zonas boscosas, principalmente en árboles nativos como los robles, aunque también suelen hacerlo en álamos y sauces. Su alimentación se basa preferentemente en roedores, reptiles, anfibios, aves, insectos y murciélagos. Y se les puede ver posados en las alturas acechando en busca de sus presas.
Otro factor llamativo del Cernícalo, es que cuando busca a su pareja para aparearse, realiza vuelos vibratorios en picada, ejerciendo movimientos horizontales con giros de hasta 90 grados de un lado a otro.
Pero a pesar de la belleza y sus grandes aportes al ecosistema y biodiversidad, las aves rapaces se ven amenazadas por la caza indiscriminada, y aunque no lo crean, algunas de ellas son consideradas de “mala suerte”. Hoy queremos ir rompiendo con esos mitos y aprender un poco más sobre su gran valor para el medio ambiente.
Fotografía: Red de Observadores de Aves