En el Día Mundial del Árbol recordamos la problemática de extinción que enfrentan nuestras especies nativas por la sobreexplotación de los recursos, deforestación, incendios, cambio climático y otras acciones que tienen un impacto negativo en nuestro territorio.
Los árboles son de vital importancia para la vida y nuestros ecosistemas debido a que son agentes protectores de los suelos, evitando de este modo, la erosión y desertificación de la tierra. Además son reguladores de la temperatura del ambiente, el refugio de nuestra flora y fauna, son capaces de almacenar agua y absorber dióxido de carbono.
Pero el panorama no es alentador, según la Asociación Internacional de Jardines Botánicos para la Conservación existen tres especies nativas con un elevado riesgo de extinción: el ruil (Nothofagus alessandrii), el hualo (Nothofagus glauca) y el roble de Santiago (Nothofagus macrocarpa).
En Ruil es una de las especies que corre más peligro de desaparecer, dado que la superficie de distribución nacional ha disminuido notoriamente. Un ejemplo de ello, es que en la década del 80' existían 800 hectáreas de superficie en la Región del Maule de esta especie y en la actualidad se ha reducido a 314.
Otras especies que también están altamente amenazadas son: Queule (En peligro); Laurel (Casi amenazada); Luma blanca, luma del norte (En peligro crítico); Raulí (Casi amenazada); Coigüe y roble maulino (Vulnerable), Pitao (En peligro), Alerce (Peligro de Extinción), Araucaria Araucana (Peligro de Extinción) en la zona de la Cordillera de Nahuelbuta, y se calificó en estado “Vulnerable” su presencia en la Cordillera de los Andes, entre otros.
Pero, por qué se ven amenazados nuestros árboles nativos. Las principales causas radican en incendios forestales ocasionadas por los seres humanos, tanto en actividades recreativas como en las plantaciones de monocultivos, provocando el descontrol de las llamas hacia los bosques. También impacta de sobremanera la introducción de especies exóticas, sobreexplotación de los recursos, enfermedades y plagas, la contaminación y el cambio climático.
Un estudio emitido por el Ministerio del Medio Ambiente indicó que: “Los estudios científicos demuestran que la tasa de extinción de la biodiversidad de los últimos siglos es 500 a 1.000 veces mayor que la extinción normal de especies; y desde el año 1500 a la fecha se sabe que se han extinto 850 especies de animales o plantas, de las cuales 736 son animales y 114 plantas”.
Otro ejemplo del problema que enfrentamos es la sobreexplotación con el sándalo de Juan Fernández (Santalum fernandezianum). Este fue explotado por su madera desde el siglo XVII, y ya en 1910 se consideraba extinto.
Pero ante este desalentador panorama, ¿qué podemos hacer? Para empezar es necesario implementar políticas públicas más estrictas que permitan coordinar la conservación con el desarrollo económico, implementar reformas que permitan recuperar los territorios de las especies nativas que sistemáticamente han tenido un claro retroceso, y potenciar plantaciones de árboles nativos para recuperar nuestro entorno.
Ahora bien, los cambios también los podemos incorporar individualmente, y para ello entregaremos algunas ideas que pueden fomentarlos:
· Evita hacer fuego en bosques. El alto número de incendios que se producen por cristales y vidrios que se encuentran en el suelo, asados y cigarrillos mal apagados, entre otros factores.
· Si tienes un patio o un terreno, no quemes la basura. Más del 60% de ella se puede reciclar y compostar, lo que ayudará a tus cultivos.
· Reciclar papel y cartón. Esto permite disminuir la demanda de nueva madera.
· Colabora en programas de reforestación.
· Prefiere productos que sean responsables con el medio ambiente.
· Ser responsable con el uso del agua.
· Enséñales a tus hijos la importancia de los árboles.
· Organiza reuniones con el municipio para colaborar en la protección de zonas verdes.
Y tú, ¿qué sumarías a la lista para proteger nuestros árboles nativos en el Día Mundial del Árbol? Te esperamos en los comentarios.
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